Inicia temporada de
huracanes
CNE reorganiza acciones para atención de emergencias en tiempos de
COVID

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CNE replantea manejo de albergues temporales en
fase de pandemia.
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Se define nuevo esquema de alertas: VERDE,
AMARILLA, ANARANJADA Y ROJA
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En esta época lluviosa se espera que se presenten
fuertes aguaceros localizados y altas temperaturas.
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La CNE realiza vigilancia constante en las 1 462
comunidades vulnerables por inundación
San José, 01 de junio del 2020.
Producto de la emergencia por el COVID-19 y la llegada
de la temporada de huracanes, la atención de las emergencias por lluvias en
la segunda parte del año, serán abordadas bajo otros lineamientos para la
protección de los funcionarios que atienden emergencias y la población en
condición de vulnerabilidad.
Así lo dio conocer en conferencia de prensa este
lunes, el presidente de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos,
Alexander Solís, quien anunció que se crearon nuevos lineamientos para el
manejo de los albergues temporales, una nueva modalidad para declarar
alertas, así como estándares de seguridad hacia las instituciones de primera
respuesta para su seguridad y la de la ciudadanía en medio de una pandemia.

Héctor Chaves, Director General de Bomberos,
indicó que su institución se encuentra preparada, tanto en equipamiento como
capacitación, para enfrentar las emergencias que se presentan en esta época
lluviosa, sin embargo, lo ideal es tomas las previsiones para evitar su
ocurrencia. Por eso, instó a tomar medidas de prevención que emitan las
instituciones de primera respuesta.
Para esta
época lluviosa, la CNE se organizó de forma interinstitucional para
implementar planes de preparativos y respuesta en seis grandes líneas
para disminuir el impacto de los fenómenos hidrometeorológicos hacia las
comunidades con mayor vulnerabilidad.
1. La
primera línea es la activación de los mecanismos
de alerta, por medio de la constante coordinación técnico-científica con
el Instituto Meteorológico Nacional (IMN).
Asimismo, definió un nuevo esquema de alertas en fase de pandemia: alertas Verde para información, Amarilla
para preparación, alerta anaranjada para movilización y Roja para grandes emergencias.

2. La
segunda línea de acción es la Estructura de Organización y Coordinación con las instituciones que trabajan en
la prevención y la atención de las emergencias por medio del Centro de
Operaciones de Emergencia (COE) y los 90
Comités Municipales y Regionales de Emergencia distribuidos en el país, que
articulan su trabajo en mesas temáticas y mediante un sistema el uso de
nuevas tecnologías.
3. La
tercera línea es un robusto Sistema de Monitoreo y Vigilancia permanente
mediante monitoreos diarios sobre el estado del tiempo y las condiciones de
los ríos y deslizamientos. La
información es emitida por 650 puestos
de radio colocados en puntos estratégicos del territorio nacional. Esta vigilancia se realiza en las 1 462 comunidades en el país identificadas como
vulnerables por inundaciones o deslizamientos.
Por su parte, la CNE cuenta con una Unidad que se
encarga durante las 24 horas del día
del manejo de la red de comunicación, la cual fue modernizada para garantizar
una mejor comunicación a lo largo del territorio nacional.
4. La
cuarta línea de trabajo corresponde al manejo de albergues que
presenta una particularidad ya que el distanciamiento social requiere la
habilitación de más instalaciones y se deben seguir nuevos protocolos de
verificación por parte del Ministerio de Salud para garantizar la protección
de las personas damnificadas.

La CNE ha girado una serie de instrucciones a los
Comités Municipales de Emergencias a la hora de habilitar albergues por emergencia,
que van desde la reducción de los aforos en los diferentes albergues,
aumentar la cantidad de albergues con capacidades reducidas de personas,
hasta la revisión previa de las personas que ingresar a los albergues para
evitar una transmisión generalizada del COVID-19. En caso de encontrar un caso positivo, se
movilizarán a otros centros.
5. La
quinta línea es el equipamiento.
La CNE cuenta con 54 bodegas
y un inventario de instalaciones dispuestas como alojamientos temporales en
cada cantón, los cuales incluyen recursos locales como cobijas, espumas,
motosierras, etc., la adquisición de artículos para el stock permanente como
las lanchas, y el inventario de proveedores locales, entre otras tareas.
6. El
rescate de personas es la sexta línea de trabajo implementada para la
atención de emergencias. Esta línea se
trabaja juntamente con las instituciones de primera respuesta como son el
Benemérito Cuerpo de Bomberos, Ministerio de Seguridad Pública y la Cruz Roja
Costarricense para el traslado preventivo de grupos familiares desde zonas
declaradas bajo alerta por fenómeno hidrometeorológico hasta el manejo de los
albergues temporales.
Como medida de mitigación, se tiene previsto dotar
a las instituciones de primera respuesta con suministros de
limpieza de protección personal y barreras físicas para prevenir el contagio.
De igual manera se está consensuando con las instituciones el abordaje de
desinfección de las unidades de rescate. Lo
anterior, incluye la verificación previa de personas positivas de COVID en la
zona de evacuación con el fin de brindarles un tratamiento diferenciado y así
evitar contagios.
Con estas seis líneas de trabajo, la CNE como ente
coordinador, busca enlazar esfuerzos mediante la participación de la sociedad
civil, gobiernos locales e instituciones gubernamentales para disminuir el
impacto de las principales amenazas asociadas al fenómeno de las lluvias y
los fuertes vientos.

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